viernes, 23 de mayo de 2014

Ciudades solitarias

Para demostrar lo mucho que se me puede ir la almendra hoy haré una comparativa entre dos ciudades ficticias: Gotham City y Macondo. (Habéis leído bien).

Gotham City, es la ciudad donde nació Batman, para mí el superhéroe más universal de nuestro tiempo. La historia de Batman se desarrolla en una ciudad lúgubre donde hay más horas nocturnas que diurnas y que a pesar de ser una gran ciudad, escasean las grandes avenidas y proliferan los callejones. Hay grandes rascacielos pero sin espacio a su alrededor donde dejar respirar a los transeúntes. Pocos parques o plazas. En realidad se ha manejado un escenario perfecto para el cultivo de las clases más bajas en lo referente a delincuencia pero donde perfectamente se puede ocultar Batman para dar caza a los criminales. Parece que el único lugar un poco favorecido por la geografía es la Mansión Wayne en lo alto de una colina desde la que se divisa la ciudad.
Hasta no hace mucho esta ciudad era indefinida, no se podía seguir una lectura de la ciudad a través de las viñetas (friki, sí), simplemente el superhéroe salta de una viñeta a otra a través del tiempo y el espacio, aunque este último no siempre era muy coherente. A partir del gran terremoto que asoló Gotham dejando completamente destruida la ciudad, dando paso a la gran saga de No man's land (Tierra de nadie), fue cuando se empezó a definir la cartografía de la ciudad gótica. Y aunque mejor definida que el modelo anterior sigue el mismo modelo de ciudad poco saneada.
Por otra parte tenemos Macondo, ese pequeño pueblo surgido a partir de la necesidad de una pareja, que nace y desaparece 100 años después. A él llega el desarrollo con la llegada del tren y la plantación bananera, serán las guerras y la despoblación las que vacíen el poblado.
Hasta aquí la puesta en situación. Para saber más sobre Gotham se puede leer aquí y para saber más sobre Macondo en este otro enlace.

Las dos ciudades se desarrollan en los mismos tiempos. Desde que Gotham City aparece sobre el papel, han pasado más de 75 años reales y ha sufrido varias génesis y apocalipsis de las que, cual ave Fénix, a vuelto a renacer una y otra vez. Macondo por su parte evoluciona en 100 años ficticios en los que se aprecia una clara génesis y un apocalipsis del que no quedan ni las cenizas.
Las dos ciudades albergan un gran elenco de locos y dementes. Claro está que Batman tiene los adversarios más desquiciados de toda la historia de los cómics (exceptuando algún manga) y son reconocidos como tales, incluso ingresados varias veces en su correspondiente manicomio. Por otra parte Macondo, aunque de un modo más sutil, también alberga sus propios chiflados, ha dado incluso para escribir un libro (Los locos de Macondo: Trastornos mentales en Cien años de soledad).
Otra cosa en común e inevitable entre ambas ciudades es la soledad a la que están abocadas. Los protagonistas de ambas ciudades están destinados al aislamiento. En Macondo los personajes son seres solitarios a pesar de estar rodeados de más gente, la profecía que les maldice implica que el amor será el fin de la estirpe (aparte de la cola de cerdo, claro está). En Gotham, Batman está solo ante el destino que se autoimpuso desde la muerte de sus padres. Vale que tenga a Alfred, a los Robin, a Oráculo, Catwoman ni siquiera cuenta, está claro que es un ser solitario y que se debe por completo a su causa.
Por último, aunque siempre quedan muchas cosas en el cajón, están los artilugios y la tecnología. En Gotham, como no, lo más puntero sale de Empresas Wayne con los modelos armamentísticos que se desarrollan para Batman de estrangis gracias a Lucius Fox. En Macondo, los gitanos en general al principio y después concretamente Melquíades son los que traen artilugios desde el exterior hasta el pequeño pueblo aislado y donde sus habitantes se quedan perplejos ante inventos tales como unos imanes o una lupa gigantesca, especialmente los José Arcadio.

Y con esto concluyo que dos obras tan universales, una creada en 1929 por Bob Kane y posteriormente desarrollada por varios autores, y otra publicada en 1967 y magistralmente escrita por Gabriel García Márquez, pueden llegar de maneras distintas, a interpretar, narrar, comunicar los mismos instintos humanos. Cómo dos emplazamientos tan dispares como Gotham o Macondo pueden acoger la soledad, la locura y el interés en sí mismas a través de diferentes caminos.




¿Os ha parecido muy loca esta comparación? ¿Se os ocurre alguna otra? ¿creéis que se me va mucho? ¿He dejado algún otro rasgo en común por comentar?

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