Últimamente he estado leyendo esto, esto y esto. Personas
increíbles. Te dan las herramientas para cambiar tu vida. ¿Por qué no las
cogemos y las usamos y simplemente y ya? Nuestro acojonamiento y síndrome de
Estocolmo hacia nuestra propia cabeza es más fuerte que los sueños de una vida
mejor, mira que somos complicados. Los pasos son sencillos A, B y C. Y no hay
más, libertad para el resto de tu vida, eso sí una vida llena de decisiones que
tendrás que tomar tú mismo, nadie te dirá lo que tienes que hacer.
Responsabilidad. Tomar tus propias decisiones todos los días, qué harás, qué
proyectos empezarás, con quién te relacionarás, qué comerás... y un largo
etcétera. Para mucha gente, esto abruma mucho más que levantarse a las 7 todos
los días para ir a trabajar y que le digan lo que tiene que hacer todos los
días, que los anuncios le digan a dónde tiene que viajar, qué coche comprar y
cómo es el modelo de chico o chica ideal.
Bien, por una vez quiero defender al que se levanta todos los
días para ir a trabajar a "la oficina" (ya sea banco, despacho, estudio,
barco, panadería...) y que trabaja para otros. Quiero pensar que muchos de
ellos sí han escogido ese camino. Para algunos cometidos hace falta mucha gente
y grandes equipos, no sólo una persona. Alguien tiene que hacer ese trabajo. Si
todos nos dedicásemos a escribir blogs de cómo poder vivir de tu blog, a ver
quién queda para plantar papas... vale, planta tu propio huerto, pero no me
apetece coserme mis propios vaqueros. (En otro momento hablaré de la
interdependencia). Hay gente que se levanta todos los días para crear algo
grande a través de una empresa, que alguien le diga lo que tiene que hacer,
pero lo hace a gusto, que está contenta con su vida. Pone su grano de arena en
la montaña.
Vale que hay gente que está en bucle, y que no sabe cómo salir
de una espiral de disgustos, cabreos y tristeza infinita respecto a sus jefes,
compañeros y resto de gente que le rodea. Gente que no sabe lo que es una
sonrisa verdadera. Hoy no hablaré de ellos. Hoy hablo de esos que se sienten a
gusto formando parte de un grupo mayor y que sus esfuerzos le ayudarán a
conseguir resultados y recompensas grupales (y no, no hablo de orgías).
Por otra parte, están esos otros
que trabajan en cualquier sitio para ahorrar y poder dedicarse a lo que
realmente les gusta. El caso es empezar.
Vaya batiburrillo de reflexiones.
La verdad es que a mí ahora mismo me apetece trabajar para alguien para después
dedicarme a otras cosas. De verdad quiero escoger el camino de trabajar para otro
arquitecto y que me diga lo que tengo que hacer. Por una temporada. Después
quiero hacerlo por mí misma. Pero hay que aprender antes del maestro.
¿Y tú qué opinas? ¿Prefieres
trabajar para otros? ¿Quieres ser independiente? ¿Prefieres hacerlo por etapas?
Encuentro esto muy interesante, no todos somos iguales. Pero hagas lo que
hagas, escoge por ti mismo y no porque te lo impongan los demás o lo que te
rodea.
"Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Todos podemos ser nuestro amigo y vecino Spiderman.
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